<p>Un buen manojo de folios, con post it de colores para encontrar los temas rápido. Cuaderno de tapa roja. Un par de rotuladores, bolígrafo negro. Gafas de ver, gran novedad, con su correspondiente estuche. Todo guardado en una cartera de piel marrón. El taco de folios dentro de una carpeta roja de plástico. Es el material con el que <strong>Pedro Sánchez</strong> afrontó su interrogatorio sobre la corrupción en el Senado, en la comisión impulsada por el <a href=»https://www.elmundo.es/e/pp/pp-partido-popular.html»>PP</a>. El presidente del Gobierno compareció durante cinco horas. No aportó novedades, pero tampoco dio detalles ni aprovechó para ahondar en cuestiones sobre las que aún sobrevuela un velo de incertidumbre. Abrió el paraguas del «no me consta» ante la lluvia de preguntas para no ofrecer aclaraciones sobre asuntos como, por ejemplo, si le pusieron sobreaviso acerca de los hábitos y negocios de <strong>José Luis Ábalos</strong> o si sabía que <strong>Santos Cerdán</strong> acompañaba a <strong>María Chivite</strong>, presidente de Navarra, y a los consejeros navarros cuando visitaban los ministerios.</p>
Sánchez evita ahondar en asuntos como si tenía información del ex ministro o sobre Leire Díez
Un buen manojo de folios, con post it de colores para encontrar los temas rápido. Cuaderno de tapa roja. Un par de rotuladores, bolígrafo negro. Gafas de ver, gran novedad, con su correspondiente estuche. Todo guardado en una cartera de piel marrón. El taco de folios dentro de una carpeta roja de plástico. Es el material con el que Pedro Sánchez afrontó su interrogatorio sobre la corrupción en el Senado, en la comisión impulsada por el PP. El presidente del Gobierno compareció durante cinco horas. No aportó novedades, pero tampoco dio detalles ni aprovechó para ahondar en cuestiones sobre las que aún sobrevuela un velo de incertidumbre. Abrió el paraguas del «no me consta» ante la lluvia de preguntas para no ofrecer aclaraciones sobre asuntos como, por ejemplo, si le pusieron sobreaviso acerca de los hábitos y negocios de José Luis Ábalos o si sabía que Santos Cerdán acompañaba a María Chivite, presidente de Navarra, y a los consejeros navarros cuando visitaban los ministerios.
En una sesión donde, por momentos, era imposible seguir el hilo ante el barullo y la mezcla de voces, hubo preguntas concretas. Afinadas. Carla Antonelli, senadora de Más Madrid, le trasladó una de las cuestiones claves en la historia entre Sánchez y Ábalos: si alguien del partido o del Gobierno le dio algún aviso previo o le advirtió sobre la vida privada o los negocios de la que entonces era su mano derecha. «No me consta. No quiero decir con esto que no se produjera, pero por ser lo más certero posible no puedo responder, porque no me consta».
Esta fórmula de no evitar concretar la empleó también cuando se le preguntó si el entonces gerente del PSOE, Mario Moreno Pavón, acudió en 2021 a La Moncloa a advertirle de los desmanes en los gastos de Ábalos. «Que yo recuerde, no».
En julio de 2021, Sánchez apartó de manera abrupta a Ábalos de sus responsabilidades en el Gobierno (ministro de Transportes) y el partido (secretario de Organización), en una decisión que generó sorpresa e incomprensión entre sus filas. Ahora, el tiempo ha destapado la vida privada y la presunta implicación, ya entonces, en una presunta trama corrupta.
Sánchez sí expuso que «desconocía» los hábitos y vida cotidiana de su ex mano derecha. «Las cualidades políticas que tenía José Luis Ábalos y tiene (…) nada tenía que ver con sus circunstancias sus hábitos y su cotidianidad que yo desde luego desconocía». En otro momento de su intervención añadió: «Por lo que a mí me consta, no tenia conocimientos de estas prácticas». Paraguas abierto.
Otro asunto de interés con caña de pescar lanzada de forma precisa. La senadora de UPN Marimar Caballero inquirió a Sánchez si sabía que Santos Cerdán, su persona de confianza tras la caída de Ábalos, su lugarteniente, acompaña a Chivite, presidenta de Navarra, y los consejeros navarros cuando visitaban Madrid para ir a los ministerios. «No me consta, pero eso no quiere decir que no se produjera, pero no me consta». Cabe recordar que a finales de septiembre, la propia Chivite en esta misma comisión reconoció que Cerdán le acompañó a algunas reuniones en ministerios para lograr inversiones del Gobierno de España. Justificó que en muchas ocasiones ella misma se lo pidió y que lo hacía «en calidad de diputado por Navarra».
Otro de los nubarrones que ha sobrevolado el PSOE en los últimos tiempos es el papel que ha desempeñado Leire Díez, la llamada presunta fontanera socialista, que, decía, llevaba años indagando en las cloacas del Estado. «No me consta», fue la respuesta cuando el senador de EH BilduGorka Elejabarrieta le preguntó si trabajaba para el PSOE. Misma respuesta cuando Alejo Miranda (PP) quiso saber si el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero había mediado en el rescate de la aerolínea Plus Ultra. «A mí, que me conste no». En marzo de 2021, el Consejo de Ministros dio luz verde a una ayuda de 53 millones. El pseudosindicato Manos Limpias presentó una denuncia por malversación, pero la Justicia archivó la causa en enero de 2023.
Donde sí quiso ser tajante el jefe del Ejecutivo fue en el hecho de negar que su esposa, Begoña Gómez, influyera en el rescate de Air Europa. «Mi mujer nada tuvo que ver con el rescate de Air Europa». La compañía fue rescatada por 475 millones. El juez Juan Carlos Peinado abrió una línea de investigación sobre el papel en el mismo de Gómez, por su relación con los responsables de Globalia, propietaria de la aerolínea, pero la Audiencia Provincial de Madrid ordenó cerrarla. El «no tengo constancia», «no tengo información» también le sirvió de escudo para despejar la pregunta de si en la polémica visita de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, en enero de 2020, se descargaron maletas de su avión -ella no bajó del mismo porque no podía pisar suelo europeo-.
Sánchez sí reiteró que «en alguna ocasión» recibió del partido liquidaciones en efectivo, «siempre contra factura». No concretó ni cantidad ni fecha, pero dijo que fueron montantes inferiores a 1.000 euros. «Siempre dentro de los límites de la legalidad».
Fuentes socialistas explican que estas fórmulas buscan «curarse en salud» y evitar ser tajantes por si en un futuro sale alguna información o prueba que evidencie lo contrario. «Si eso pasara, entonces la cagamos».
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