<p>Movimientos. Pasan cosas. La <a href=»https://www.elmundo.es/cataluna/2025/10/23/68fa60cae85ece29328b45d2.html»>decisión</a> de <a href=»https://www.elmundo.es/e/ju/junts-per-catalunya.html»>Junts</a> de someter al Gobierno a un ultimátum y convocar una reunión para este lunes para decidir si rompen o no precipita acontecimientos. <a href=»https://www.elmundo.es/e/pe/pedro-sanchez.html»>Pedro Sánchez</a> ha logrado que el canciller alemán, <strong>Friedrich Merz</strong>, acepte negociar la oficialidad del catalán en <strong>Europa</strong>. Alemania era uno de los países que encabezaba la <a href=»https://www.elmundo.es/espana/2025/07/18/687a6fecfdddff5f758b456d.html»>negativa a este reconocimiento</a>.</p>
Hace justo dos meses, el canciller Merz visitó La Moncloa y mostró su rechazo a que a corto plazo esa oficialidad fuera viable y lo fio al desarrollo de la inteligencia artificial
Movimientos. Pasan cosas. La decisión de Junts de someter al Gobierno a un ultimátum y convocar una reunión para este lunes para decidir si rompen o no precipita acontecimientos. Pedro Sánchez ha logrado que el canciller alemán, Friedrich Merz, acepte negociar la oficialidad del catalán en Europa. Alemania era uno de los países que encabezaba la negativa a este reconocimiento.
«Nuestros dos gobiernos han acordado hoy abrir un diálogo con el objetivo de encontrar una respuesta a la solicitud española de que sus lenguas oficiales distintas del español sean reconocidas como oficiales en la Unión Europea de forma que sea aceptable para todos los Estados Miembros», señala el documento sobre el acuerdo que han alcanzado ambos países.
El paso es importante. Hace justo dos meses Merz visitó La Moncloa y mostró su rechazo a que a corto plazo esa oficialidad fuera viable y lo fio al desarrollo de la inteligencia artificial
«Creo que a medio plazo podría haber una muy buena solución porque gracias a la inteligencia artificial ya no necesitaremos a intérpretes. Vamos a poder entender y poder hablar en todos los idiomas de la Unión Europea, aunque todavía pasará un poco de tiempo», dijo en La Moncloa el canciller alemán, enfriando las expectativas españolas.
Pero esta semana, a raíz del dardo de Junts en el Congreso, en el que Míriam Nogueras, su portavoz, emplazó a que había llegado el momento de «hablar de la hora del cambio» en el Gobierno, el propio Sánchez ha tratado de calmar las aguas en medio de la tempestad exponiendo que todo lo que estaba en manos del Gobierno se había hecho y que lo que no se habia materilizado estaban trabajando en ello.
Este es uno de los incumplimientos que Junts traslada en todas las reuniones y conversaciones al PSOE, junto al hecho de que no se haya materializado la amnistía política y judicial a Puigdemont o que no se haya completado el traspaso de las competencias en inmigración para Cataluña.
Desde La Moncloa han reiterado que su voluntad es cumplir con los acuerdos y compromisos alcanzados. El pacto con Merz busca trasladar a los independentistas que ellos se mueven, trabajan en ese propósito .
«Hemos decidido conjuntamente iniciar conversaciones bilaterales a partir de las cuales España presentará un texto para debate y decisión de los 27 Estados Miembros en una futura reunión del Consejo de Asuntos Generales. Este diálogo bilateral comenzará a la mayor brevedad a cargo de nuestros respectivos Ministerios de Asuntos Exteriores», señala el comunicado dado a conocer por el Ejecutivo español.
Fuentes del Gobierno explican que no han dejado «de mostrar su determinación para avanzar hacia la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego». Y añaden: «El de hoy es un paso importante para hacerlo posible».
En Alemania la oficialidad del catalán es un asunto político menor. No existe ningún debate político sobre el tema y en prensa tampoco es un asunto que se aborde con frecuencia. Se han publicado artículos que critican cómo se implementa la política lingüística de la UE, pero no es un tema que movilice la opinión pública ni figura como prioridad en la política lingüística europea de Alemania, país que está más volcado en la promoción del alemán como lengua en Europa.
No obstante, en julio pasado, una veintena de académicos alemanes de romanística y catalanística le mandaron al canciller Merz una carta pidiéndole que dejara de bloquear la votación para reconocer el catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales de la UE. Sus argumentos centrales eran que la diversidad lingüística es un pilar de la idea europea (frente al «monolingüismo» de EEUU), que la UE ya reconoce lenguas con muy pocos hablantes (citaban el irlandés, el estonio o el maltés). En esa carta también subrayaban que España se ha ofrecido asumir los costes, que Alemania y su romanística han tenido vínculos históricos con la catalanística -de Meyer-Lübke a hoy- y que dado que mas del 20% de la población española habla catalán, euskera o gallego sería «incomprensible» que el trámite naufragara por un veto alemán.
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