Si en Estados Unidos solo votaran quienes invierten en criptomonedas, la elección la ganaría Donald Trump con amplia diferencia.
Si Harris quiere ser presidenta, no puede permitir que Trump se quede con todo este público
Si en Estados Unidos solo votaran quienes invierten en criptomonedas, la elección la ganaría Donald Trump con amplia diferencia.
El mundo cripto está muy masculinizado. Tanto, que se calcula que es dos veces más probable que un hombre participe en este tipo de inversiones que una mujer. Por esto, y por la brecha de género que está condicionando el comportamiento electoral en Estados Unidos y en otros territorios, hoy el republicano saca una ventaja de más de 10 puntos porcentuales entre los Cryptobros.
Trump ha invertido mucho en este público (aunque, según un estudio reciente de la Reserva Federal, solo un 7% de los estadounidenses tiene criptomonedas). Y lo hace para reducir las ventajas demócratas en tres grupos que hace cuatro años le dieron la llave de la Casa Blanca a Joe Biden: los menores de 30 años, los electores afroamericanos y los latinos. En una elección que se prevé tan cerrada, todo voto cuenta.
En los últimos dos comicios (2020 y 2022), la participación de los jóvenes alcanzó niveles récord, especialmente por la movilización de las mujeres, hecho que benefició especialmente a los demócratas. La campaña republicana ha tomado nota y, aprovechando que entre los hombres menores de 30 años la utilización de criptomonedas es superior a la media, están intentando movilizar con fuerza a este electorado. También a afroamericanos y latinos que, tradicionalmente, han votado a favor del partido de Harris, pero, en esa franja de edad, es más frecuente este tipo de inversión. A esos votantes se dirige Trump, y está teniendo éxito. Mientras que en el conjunto de afroamericanos consigue solo un 8% de apoyo, entre los varones menores de 50 años un 21% dice que le votará. A esta ofensiva por ganarse el apoyo de los cryptobros se unen otras acciones similares, como el cortejo a los llamados gym bros. El objetivo es el mismo: movilizar a los hombres jóvenes.
Esta estrategia no se limita a la campaña de Trump ni a Estados Unidos. En varios países, líderes de derecha ya han apuntado a los cryptobros con acierto. Nayib Bukele convirtió a El Salvador en el primer país del mundo que reconoce oficialmente el uso de criptomonedas y Javier Milei también ha apoyado este tipo de inversión, primero como candidato y después como presidente. Es muy probable que estas experiencias influyeran en el pensamiento de Donald Trump, quien, en 2021, declaraba que las criptomonedas eran un “fraude” y un “desastre próximo a suceder”. Ahora son una parte importante de su estrategia para volver a la presidencia.
Propuestas y redes sociales
En septiembre, Trump lanzó su propio emprendimiento de criptomonedas: World Liberty Financial. En la página principal del sitio web se muestra una gran foto del candidato con su oreja herida por el intento de asesinato de julio.
Además, su campaña se apoya en algunos de los personajes más influyentes del mundo de las cripto: Ryan Selkis, que tiene más de 350 mil seguidores en X y es una pieza clave de Fair Shake, un Comité de Acción Política que dona a candidatos a diferentes puestos, en su mayoría conservadores; Jesse Powell, con más de 200 mil seguidores en X; y los hermanos Tyler y Cameron Winklevoss, que, entre los dos, acumulan más de 1,7 millones de seguidores.
A través de estos canales, la campaña hace hincapié en mensajes relacionados con la masculinidad. Un estudio pone de relieve que, entre los cryptobros, destacan aquellos que creen en los estereotipos de género tradicionales y temen que no están cumpliendo todos los requisitos de la masculinidad. Esto les hace propensos y les lleva a adoptar ideas de la extrema derecha, como que la igualdad de género o las ayudas a grupos minoritarios les perjudican.
La reacción demócrata
La campaña de Harris es consciente de la estrategia de Trump para atraer a los hombres jóvenes y sabe que las donaciones financieras del mundo cripto han aumentado de manera muy importante en este ciclo electoral. Por eso, en su ofensiva de triangulación para disuadir o conquistar a votantes republicanos, los cryptobros han tenido un lugar especial.
La candidata ha propuesto apoyar el crecimiento del mercado y dotarlo de un marco regulatorio que permita proteger la inversión de grupos vulnerables, como los hombres afroamericanos. Con esto, aspira a cambiar la percepción de que el Partido Demócrata es peor para los intereses de este sistema.
Además, su campaña también está recibiendo apoyo de algunos influencers como Mark Cuban, que ha invertido en varios proyectos de criptomonedas y respalda económica y mediáticamente a la vicepresidenta.
El 5 de noviembre no solo votarán los cryptobros, pero los votos de este 7% podrían ser decisivos. Si Harris quiere ser presidenta, no puede permitir que Trump se quede con todo este público. Solo queda ver qué inversión funciona mejor.
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