Kiev ha acusado este jueves a Moscú de haber disparado por primera vez un misil balístico intercontinental contra su territorio. Las Fuerzas Aéreas de Ucrania han informado de que Rusia ha lanzado entre las cinco y siete de la mañana de este jueves el cohete desde la región de Astracán, a 1.000 kilómetros de su objetivo, la ciudad de Dnipró. Kiev no ha informado del tipo de cohete lanzado, aunque algunos medios ucranios habían advertido en la víspera del inminente lanzamiento de un RS-26 Rubezh, la nueva generación de misiles balísticos rusos, con capacidad para transportar munición nuclear. Fuentes del Gobierno de Estados Unidos niegan, en cambio, que se trate de un misil intercontinental. Sostienen que, en realidad, ha sido empleado un misil balístico, de uso habitual en la guerra.
Fuentes del Gobierno de EE UU desmienten la versión de las fuerzas aéreas, que informaron de que este armamento había sido utilizado contra la ciudad de Dnipró
Kiev ha acusado este jueves a Moscú de haber disparado por primera vez un misil balístico intercontinental contra su territorio. Las Fuerzas Aéreas de Ucrania han informado de que Rusia ha lanzado entre las cinco y siete de la mañana de este jueves el cohete desde la región de Astracán, a 1.000 kilómetros de su objetivo, la ciudad de Dnipró. Kiev no ha informado del tipo de cohete lanzado, aunque algunos medios ucranios habían advertido en la víspera del inminente lanzamiento de un RS-26 Rubezh, la nueva generación de misiles balísticos rusos, con capacidad para transportar munición nuclear. Fuentes del Gobierno de Estados Unidos niegan, en cambio, que se trate de un misil intercontinental. Sostienen que, en realidad, ha sido empleado un misil balístico, de uso habitual en la guerra.
Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, ha emitido un comunicado en el que rebaja la convicción del informe emitido por sus fuerzas aéreas: “Rusia ha utilizado hoy un nuevo tipo de armamento. Todos los parámetros, velocidad, altitud, coinciden con los de un misil intercontinental. Todas las investigaciones por parte de los expertos están en marcha”.
La ofensiva rusa contra Dinpró ha incluido el disparo de un misil hipersónico Kinzhal por un caza desde la región de Tambov y siete misiles de crucero Kh-101 lanzados desde bombarderos estratégicos Túpolev, según las autoridades de Kiev. El ejército ucranio ha informado del derribo de seis de los Kh-101 lanzados por Moscú durante el mismo ataque, mientras que el impacto del resto de armas “no tuvieron consecuencias significativas”. El objetivo de las fuerzas rusas era, según han informado en Kiev, “empresas e infraestructuras críticas en la ciudad de Dnipró, en el centro-este del país”. Esta demostración de fuerza rusa llega solo dos días después de que Ucrania emplease por primera vez los misiles estadounidenses ATACMS en suelo ruso.
Desmentido estadounidense
Fuentes estadounidenses han desmentido la versión ucrania a las cadenas de televisión CNN y ABC, advirtiendo de que no se trata de un misil intercontinental. El uso de este tipo de armamento supondría una escalada bélica sin precedentes en los tres años de invasión.
Según los protocolos internacionales entre Rusia y Estados Unidos, cuando se realizan pruebas de misiles intercontinentales, diseñados para una guerra nuclear, Moscú debería notificar antes a Washington su lanzamiento, para evitar un alerta mundial.
La CNN ha indicado que “altos cargos occidentales” han negado que se trate de un cohete intercontinental. Lo han hecho en Vientián, la capital de ese país, donde se celebra la reunión de ministros de Defensa de la ASEAN (la asociación de naciones del sudeste asiático). En la cumbre participa el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin. Estas fuentes han indicado que en realidad ha sido empleado un misil balístico convencional. El diario The New York Times también ha destacado que “varias fuentes occidentales” han indicado que probablemente no se trata de un misil intercontinental y que los análisis sobre lo sucedido están todavía abiertos.
Silencio en Moscú
Ni el Kremlin ni el Ministerio de Exteriores ruso han querido comentar la información. Pese a ello, durante una comparecencia de prensa, la portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova, ha recibido una llamada y los micrófonos han podido captar que su interlocutor le pedía que no hablara del ataque “con un misil balístico” contra una planta de armamento en Dnipró.
Las autoridades ucranias tratan de aclarar si ha habido víctimas durante el bombardeo. “Hasta el momento conocemos los daños sufridos por una empresa industrial en Dnipró y que hubo, también, dos incendios en la ciudad”, ha publicado en Telegram Serhii Lysak, jefe de la Administración Estatal Regional de Dnipropetrovsk.
El ataque ha obligado al Gobierno del ucranio a introducir cortes de electricidad en las regiones de Kiev, Dnipró, Odesa, Sumú, Zhytomyr y Donetsk para equilibrar el suministro, según informa el diario Kyiv Post. Este periódico asegura que los misiles disparados por los bombarderos entraron en el espacio aéreo ucranio desde el norte del país y se desviaron, después, hacia el sudeste.
Los medios ucranios especulaban en la víspera de este ataque con que Moscú probaría su misil intercontinental RS-26 Rubezh, uno de los puntales de la nueva triada nuclear rusa. Esta incluye también los Kinzhal, capaces de cargar munición tanto nuclear como convencional, que ya han sido probados a fondo en la guerra de Ucrania. El RS-26 Rubezh tiene un alcance de hasta 6.000 kilómetros y es capaz de portar una ojiva de 1,2 toneladas.
Estados Unidos y varios países europeos, incluido España, anunciaron el miércoles el cierre de sus embajadas en Ucrania ante la posible represalia de Rusia por el uso de misiles occidentales contra objetivos militares en su territorio. Tras recibir la autorización de la Casa Blanca, las fuerzas ucranias dispararon este martes misiles estadounidenses ATACMS contra un arsenal en la región de Briansk, y un día después lanzó otros Storm Shadow contra blancos militares rusos en la provincia de Kursk.
Ucrania había recibido estos misiles hace tiempo, pero la Administración de Joe Biden se había mostrado contraria a que Kiev los utilizase en el interior del territorio ruso. Hasta esta semana, cuando cambió de parecer. El Gobierno demócrata temía una escalada si las fuerzas ucranianas atacaban las bases y aeródromos rusos protegidos en la retaguardia, pero la victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses ha empujado a la Casa Blanca a permitir que Kiev utilice las armas al menos hasta su investidura en enero.
El presidente ruso, Vladímir Putin, guarda silencio por el momento. Sí ha hablado, en cambio, con sus actos: el mandatario firmó el pasado martes el decreto por el que entra en vigor la nueva doctrina nuclear rusa, que contempla el uso de la disuasión nuclear no solo en el caso de que peligre el Estado ruso en su totalidad, sino también si su soberanía o su territorio están amenazados. Además, el documento también enfatiza que Moscú considerará agresora a una potencia nuclear si esta proporciona armamento —incluso convencional— a un Estado “agresor” que no disponga de armas de destrucción masiva.
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