<p>»Tenemos que construir una defensa común» para gastar más que <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/rusia.html» target=»_blank»>Rusia</a>. Sólo así se podrá «disuadir» a <a href=»https://www.elmundo.es/e/vl/vladimir-putin.html» target=»_blank»>Putin</a>, el «vecino hostil» de la <a href=»https://www.elmundo.es/e/un/union-europea-ue.html» target=»_blank»>UE</a>. «Ésta es la tarea de nuestra generación». Con estas palabras, parafraseando las de Alcide de Gasperi, primer ministro de Italia entre 1945 y 1953 y pionero de la UE, ha querido <a href=»https://www.elmundo.es/e/ur/ursula-von-der-leyen.html» target=»_blank»>Ursula von der Leyen </a>acentuar la gravedad existencial de la crisis que atraviesa Europa, y la magnitud del esfuerzo de inversión militar que tienen que acometer los estados miembros. Especialmente, los más rezagados en términos relativos, como España.</p>
Critica a quienes sólo invierten en defensa en torno al 1% del PIB, como España, y pide ir más allá del 3% para «disuadir» a Rusia
«Tenemos que construir una defensa común» para gastar más que Rusia. Sólo así se podrá «disuadir» a Putin, el «vecino hostil» de la UE. «Ésta es la tarea de nuestra generación». Con estas palabras, parafraseando las de Alcide de Gasperi, primer ministro de Italia entre 1945 y 1953 y pionero de la UE, ha querido Ursula von der Leyen acentuar la gravedad existencial de la crisis que atraviesa Europa, y la magnitud del esfuerzo de inversión militar que tienen que acometer los estados miembros. Especialmente, los más rezagados en términos relativos, como España.
En su discurso en el Pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburgo, para explicar los acuerdos que adoptó el Consejo Europeo la semana pasada, la presidenta de la Comisión Europea se ha centrado en dos ideas-fuerza enlazadas entre sí. La primera, que «el orden europeo de seguridad está tambaleándose» a manos de Vladímir Putin, y que eso sólo se corrige compitiendo con él. O sea, invirtiendo más que el Kremlin, ahora que EEUU ha cortado de manera abrupta la ayuda militar a Ucrania.
La segunda, que el objetivo de invertir el 2% del PIB en defensa se queda corto, y hay que «ir más allá del 3%» y hacerlo rápido. «No en el futuro, hoy, y no con pasos graduales y poco a poco, sino con el coraje que requiere la situación». Con mayor énfasis aún en el caso de España, que está en el vagón de cola con una tasa del 1,3% del PIB de gasto en defensa y seguridad.
«Tenemos que pasar de ese 2% a superar el 3%, y sin embargo, hay quienes están sólo en torno al 1%», ha afeado. «Es obvio que la gran mayoría de la inversión tiene que venir de los estados miembros», que deben hacer un enorme esfuerzo para «transformar nuestro presupuesto de defensa de manera rápida y eficaz», ha detallado la presidenta comunitaria.
De hecho, los Veintisiete deberán aportar «hasta 650.000» de los 800.000 millones que la UE quiere movilizar en los próximos cuatro años, «añadiendo en torno a 1,5 puntos porcentuales de PIB a su gasto en defensa». En el caso de España, eso significaría llegar al 2,8%.
«Europa ahora tiene que ocuparse mucho más de su defensa. Necesitamos redoblar la defensa europea, y lo necesitamos ya», ha urgido la dirigente conservadora, sin dejar un solo resquicio para la contemporización ni para la pereza inversora.
Se trata de una apelación que no puede pasar inadvertida en España, justo el día en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se va a reunir (a las 12.00, en La Moncloa), con la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, para intentar llegar a un acuerdo en la coalición sobre el incremento del gasto en defensa y seguridad. Y dos días antes de que el presidente reciba a Alberto Núñez Feijóo y al resto de líderes parlamentarios, para informarles de los «criterios» que defenderá España para articular ese aumento de la inversión militar.
Von der Leyen se ha elevado por encima de cualquier debate doméstico y ha solemnizado de nuevo la urgencia de la situación, sin ahorrar crudeza: «Muchas de nuestras ilusiones han saltado en pedazos. Antes de la guerra, muchos pensaban que Rusia podía integrarse en la arquitectura de seguridad de la UE. Otros pensaban que podíamos contar para siempre con la protección norteamericana. Y así bajamos la guardia. Pasamos de invertir el 3,5% del PIB a menos de la mitad. Estábamos generando un déficit de seguridad, pero el tiempo de las ilusiones ha acabado».
La premura se ha disparado, pocos días después del anuncio de la suspensión de la ayuda militar estadounidense a Kiev. Mañana los eurodiputados votarán una resolución que insta a la UE precisamente a eso: a suplir el papel defensivo de EEUU, no sólo para garantizar la seguridad ucraniana, sino, también, para conjurar la mayor crisis existencial del proyecto comunitario.
Para Von der Leyen, no sólo se trata de «cubrir las «lagunas de suministro» que deja un Donald Trump que ha basculado claramente hacia Moscú, sino que lo que está en juego es «la seguridad del continente en su conjunto». Por eso ha reclamado «aprovechar toda palanca financiera que tengamos para reforzar por la vía rápida nuestra producción de defensa». Dejando atrás las siglas.
«Putin ha demostrado una y otra vez que es un vecino hostil, que no podemos confiar en él y que sólo podemos disuadirlo. Y sabemos que el gasto militar del Kremlin es mayor que toda la UE combinada. Europa tiene que ponerse al día y ése es el objetivo del plan» para movilizar hasta 800.000 millones de euros en defensa en los próximos cuatro años, ha asegurado la presidenta de la Comisión.
«Es en las crisis donde Europa ha brillado. He visto el Consejo Europeo un nivel de consenso en torno a la defensa europea que no sólo no tiene precedente, sino que era impensable hace escasas semanas», ha reconocido. «Tenemos que pensar diferente y actuar diferente y movilizar los recursos necesarios. Necesitaremos mucho consenso, porque vamos a tomar decisiones difíciles», ha añadido.
Von der Leyen ha detallado a que sectores «muy concretos» se destinarán los 150.000 millones en préstamos que va a poner sobre la mesa la Unión: «Defensa aérea avanzada, drones, ciberseguridad, misiles, munición, movilidad militar o inteligencia artificial», entre otros. Y todo, de fabricación europea, si es posible, para «maximizar el impacto de nuestra inversión».
«Se trata de financiar compras a productores europeos para darle a la industria la predecibilidad que necesita», ha dicho , antes de apostar por «licitaciones públicas conjuntas», de las que ha destacado su «poder» como herramientas comunitarias que aceleran el rearme y bajan los precios del suministro militar.
Además, los estados miembros podrán «redirigir» algunos de sus fondos de cohesión no ejecutados a proyectos de defensa. Y habrá «medidas nuevas» para movilizar inversiones privadas a través del Banco Europeo de Inversiones.
«Esto tendrá efectos positivos en nuestra economía, porque conlleva nuevas líneas de producción y de empresas, con la creación de empleo aquí en Europa», ha subrayado Von der Leyen, «en transporte, acero o start ups de desarrollo tecnológico»
Por último, la presidenta de la comisión ha hecho una apelación directa a la pugna con Putin: «Si desplegamos nuestro potencial industrial, podremos ser disuasorios contra quienes quieren dañarnos. Por ello necesitamos esta unión de la defensa para garantizar la paz en nuestro continente a través de la unidad y la fuerza».
«¡Larga vida a Europa!», ha rematado.
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