La jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha cerrado filas con su número dos, Teresa Ribera, en el día D para la formación de la nueva Comisión Europea. Al dirigirse a la Eurocámara para pedir el voto a su nuevo colegio de comisarios, tras semanas de tensiones alimentadas por el bloqueo del Partido Popular Europeo (PPE) a la española Ribera, Von der Leyen ha tenido numerosos elogios para la nueva vicepresidenta, aún cuestionada por parte de la familia política conservadora y foco de ataques del PP de Alberto Núñez Feijóo. Hasta el punto de que el grupo popular español ha votado contra la Comisión Europea solo por dar un voto de castigo a Ribera. “Está bien preparada para garantizar que tengamos una política de competencia moderna que respalde nuestras ambiciones”, ha defendido la alemana en su discurso de presentación de su nuevo equipo en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, previo a la votación de toda la Comisión Europea. “[Ribera] es una europeísta auténtica y comprometida. Y juntas trabajaremos siempre por el interés europeo”, ha dicho de su vicepresidenta primera entre aplausos de parte del plenario. En su escaño, el presidente del PPE, Manfred Weber, que avaló las maniobras de Feijóo contra Ribera hasta que terminó por desautorizarle y respaldó a la ministra española en las comisiones parlamentarias que evalúan a los candidatos, observaba con gesto serio.
El PP de Feijóo ha votado en contra de la nueva Comisión Europea, la que tendrá el mayor número de comisarios populares de las últimas décadas
La jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha cerrado filas con su número dos, Teresa Ribera, en el día D para la formación de la nueva Comisión Europea. Al dirigirse a la Eurocámara para pedir el voto a su nuevo colegio de comisarios, tras semanas de tensiones alimentadas por el bloqueo del Partido Popular Europeo (PPE) a la española Ribera, Von der Leyen ha tenido numerosos elogios para la nueva vicepresidenta, aún cuestionada por parte de la familia política conservadora y foco de ataques del PP de Alberto Núñez Feijóo. Hasta el punto de que el grupo popular español ha votado contra la Comisión Europea solo por dar un voto de castigo a Ribera. “Está bien preparada para garantizar que tengamos una política de competencia moderna que respalde nuestras ambiciones”, ha defendido la alemana en su discurso de presentación de su nuevo equipo en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo, previo a la votación de toda la Comisión Europea. “[Ribera] es una europeísta auténtica y comprometida. Y juntas trabajaremos siempre por el interés europeo”, ha dicho de su vicepresidenta primera entre aplausos de parte del plenario. En su escaño, el presidente del PPE, Manfred Weber, que avaló las maniobras de Feijóo contra Ribera hasta que terminó por desautorizarle y respaldó a la ministra española en las comisiones parlamentarias que evalúan a los candidatos, observaba con gesto serio.
El PP comienza la legislatura haciendo malabares. “En el PP decimos ‘sí’ a la Comisión y ‘no’ a Teresa Ribera”, ha dicho la eurodiputada popular Dolors Montserrat. “Como miembros leales del PPE apoyamos a esta Comisión”, ha lanzado en el pleno. Sin embargo, finalmente los españoles, el segundo grupo más numeroso de la familia conservadora tras los alemanes, con 22 eurodiputados, han votado en contra del nuevo colegio de comisarios (todos menos uno, Pablo Arias no ha participado). Ha sido un no simbólico, pero supone dar un no rotundo a su familia política: la nueva Comisión tendrá el mayor número de miembros del PPE de las últimas décadas (14 de 27, incluida la presidenta Von der Leyen).
“Tenemos que evitar polarizaciones”, ha dicho este miércoles el bávaro Manfred Weber, que, sin embargo, ha tratado de explotar el discurso de que socialdemócratas y liberales también han tendido la mano a parte de la ultraderecha que él ha abrazado, la familia de los Reformistas y Conservadores Europeos (ECR) —la de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni— con su apoyo al vicepresidente italiano, Raffaelle Fitto, y al comisario húngaro Olivér Várhelyi, aliado del nacionalpopulista Viktor Orbán, como parte del pacto para desbloquear la formación de la Comisión —incluida Ribera—.
Weber ha remarcado que su intención es seguir su colaboración tradicional con socialdemócratas y liberales —con los que rubricó un pacto para avanzar en las líneas marcadas por Von der Leyen para la legislatura— e incluso con los verdes, pero también con ECR, que el bávaro diferencia de otros grupos y partidos de extrema derecha, como Alternativa por Alemania (AfD).
“El sí de la familia socialdemócrata es un sí para seguir avanzando, por la estabilidad europea, no es un cheque en blanco”, ha contestado Iratxe García, presidenta de los Socialistas y Demócratas (S&D). “La fuerzas europeístas que hemos construido la UE desde su fundación tenemos un acuerdo, y los acuerdos se cumplen”, ha advertido la española, que ha insistido en que no tolerará el constante acercamiento de los conservadores a la ultraderecha.
Internacional en EL PAÍS