<p>La plataforma Sí a Almaraz, sí al futuro eleva su protesta a Bruselas, en donde una delegación de la misma se reunirá este lunes y también mañana martes con diferentes representantes y políticos comunitarios para defender el futuro de la central. La previsión del Gobierno es cerrar la instalación en 2027, en lo que supondrá el primer paso del apagón nuclear que planea el Ejecutivo de Pedro Sánchez y que supone un «<strong>grave error</strong>».</p>
El presidente de la plataforma ‘Sí a Almaraz, sí al futuro’ subraya la gran seguridad de la instalación que el Ejecutivo quiere cerrar en 2027, y avisa del grave impacto en términos de empleo y despoblación esto tendría sobre Extremadura
La plataforma Sí a Almaraz, sí al futuro eleva su protesta a Bruselas, en donde una delegación de la misma se reunirá este lunes y también mañana martes con diferentes representantes y políticos comunitarios para defender el futuro de la central. La previsión del Gobierno es cerrar la instalación en 2027, en lo que supondrá el primer paso del apagón nuclear que planea el Ejecutivo de Pedro Sánchez y que supone un «grave error«.
«España es el conductor que circula en dirección contraria en materia de energía nuclear. El Gobierno español no puede ir en contra de toda la política energética de Europa. Cerrar Almaraz sería un golpe enorme a la soberanía energética no sólo española sino europea», explica Fernando Sánchez, presidente de la plataforma, en conversación con EL MUNDO. «En Bruselas necesitamos conseguir que Europa nos escuche y que vea lo que puede pasar si se cierra la central. Almaraz abastece a más de cuatro millones de hogares», prosigue el responsable, que es también alcalde de Belvís de Monroy, población que está estrechamente ligada a la central, y trabajador de la propia instalación.
«Soy técnico radiológico de la central, y entrar en Almaraz es entrar a una zona segura. Más segura incluso que tu propia casa. Almaraz tiene tres inspectores residentes del Consejo de Seguridad Nuclear durante los 365 días del año dentro de su planta. Eso es como si yo a ti te meto a Hacienda todos los días en tu negocio. Almaraz está entre las cinco mejores centrales nucleares de Europa y me atrevo a meterla entre las diez primeras del mundo«, expone al ser preguntado por la seguridad de la instalación, los posibles problemas ligados a la energía nuclear y la calidad de los controles que se llevan a cabo no sólo en la planta extremeña sino en las de todo el país.
Sánchez apunta que hay que impedir que se produzca un cierre de Almaraz y que luego el Gobierno se dé cuenta de que el apagón nuclear es un error. «Entre noviembre y diciembre se tuvieron que parar dos reactores de la central nuclear de Ascó, y se tuvo que bajar potencia de todas las industrias porque se creía que no se llegaba. Lo que no nos puede pasar es que después del cierre digan ‘nos hemos confundido’. No puede pasar y no puede ser que Extremadura sea de nuevo el conejillo de Indias», apunta.
Porque la reclamación de la plataforma responde también a que Almaraz es básica para la economía de la zona y de Extremadura en su totalidad. Por los miles empleos directos, por los muchos puestos indirectos que conlleva y por lo importante que supone la central para el futuro de la región. «El Ministerio es de Transición Ecológica y Reto Demográfico, tiene un apellido. Y parece que eso se olvida. En Extremadura llevamos años luchando para que el mundo rural no se despueble y 3.000 empleos en el ámbitos rural son muchísimos. Pero es que, además, hay unos proyectos en Extremadura con muchísimos alicientes como son la gigafactoría de Navalmoral de la Mata o los dos centros de datos que los quiere construir Merlín también entre Navalmoral y Valdecaballeros. Pero si cierran Almaraz no habrá la energía estable que necesitan estos centros y que es necesaria para el proceso de reindustrialización. Si nos quitaran esa central el futuro de Extremadura quedaría más hundido todavía», apunta el presidente de la plataforma.
Y directamente vinculado con esto, Sánchez también apunta la importancia de la independencia energética que, avisa, España perdería si prosigue con el apagón nuclear. «Si cierras las centrales nucleares vas a tener que comprar energía. A Francia, por ejemplo. Y ya no dominarías el precio de la energía, lo dominará el país que nos abastezca. Eso se notaría en los precios, claro. En la factura«, finaliza.
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