<p>Pues resulta que <strong>Pedro Sánchez</strong> se reunió con las tías del <a href=»https://www.elmundo.es/e/ps/psoe-partido-socialista-obrero-espanol.html»>PSOE</a> para tratar asuntos de chicas. Normalmente uno usaría la expresión «las mujeres del PSOE» o «las socialistas con funciones directivas», pero el trato que los sanchistas dan al género me lleva a un tratamiento por afinidad y por eso escribo «las tías» para distinguirlas de «las sobrinas» si habláramos de <strong>Ábalos</strong> o <strong>Cerdán</strong>.</p>
Pues resulta que Pedro Sánchez se reunió con las tías del PSOE para tratar
Pues resulta que Pedro Sánchez se reunió con las tías del PSOE para tratar asuntos de chicas. Normalmente uno usaría la expresión «las mujeres del PSOE» o «las socialistas con funciones directivas», pero el trato que los sanchistas dan al género me lleva a un tratamiento por afinidad y por eso escribo «las tías» para distinguirlas de «las sobrinas» si habláramos de Ábalos o Cerdán.
También es casualidad, viene a decir el número dos del PSPV, que ataquen nuestras sedes justamente después de que una socialista valenciana haya sido nombrada secretaria de Organización.
Cherchez la femme, siempre se ha dicho. Y una vez entre todas las mujeres, Pedro se dedicó a regalarles el oído anunciándoles que piensa cambiar el Código Ético del partido para expulsar a los puteros: «Solicitar, aceptar u obtener un acto sexual de una persona a cambio de una remuneración» es incompatible con la militancia en el PSOE y una falta muy grave de acuerdo con los Estatutos, que lleva consigo la expulsión del partido. Oír estas consideraciones de labios de un beneficiario a título lucrativo del negocio de las saunas que su suegro mantenía solo o en compañía de sus hermanos lleva a uno a un cierto estado de perplejidad: su suegro había sido el mecenas de una vivienda en Pozuelo de Alarcón valorada en 700.000 euros en la que los Sánchez Gómez vivieron hasta su traslado a La Moncloa.
Hay algún error conceptual notable. Considera el sanchismo que la prostitución es «una expresión de violencia contra las mujeres». Hombre/mujer, depende. La mujer que en uso de su libre albedrío decide ganarse el pan con el sudor de su frente -toma ya metáfora-, porque en su opinión es más duro fregar escaleras y más cornás da el hambre, como dijo el Espartero, uno cree que es muy dueña. Entre eso y el delito de trata están la figura del proxeneta y el Código Penal. Otro motivo de extrañeza es la dureza de la sanción para el pagano, no para quien cobra, aunque sea una comisión.
Por ejemplo: el hermano y socio de Sabiniano, Francisco Gómez Serrano, fue sancionado por la Inspección de Trabajo por tener a 11sin papeles al punto en un local suyo, Kilómetro Ochenta. Una de las mujeres, rumana, fue obligada a prostituirse bajo amenazas, razón por la que el Supremo condenó al encargado a tres años de prisión.
Esto sí es trata de personas y tiene consideración delictiva en el Código Penal. No la decisión libre de cualquier mujer de dedicarse a la prostitución por su cuenta.
Todo estaba preparado en la cabeza del líder para tratar de soslayar los escándalos seguidos en su partido, pero lo de Sánchez es ya un descalzaperros monumental, una actualización diaria de la ley de Murphy. E inexorablemente todo empeora. Los socialistas deberían estar buscando al genio que quiso contraprogramar el congreso del PP con la reunión de su Comité Federal. No podría haber encontrado dos hechos que encarnaran con más eficacia el auge y la caída. Y ya que estaba el amo reunido con las tías, nada mejor que el #MeToo que le han organizado las mujeres socialistas a Paco Salazar, que se ha visto obligado a dimitir antes de llegar a tomar posesión como secretario adjunto de Organización. Hay banquillo, no cabe duda.
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