<p>En 2022, España generó <strong>183 kilos de envases por habitante.</strong> Para no desperdiciar materiales necesarios y reducir el impacto ambiental de los residuos, la Ley de Economía Circular aprobada en nuestro país prevé que <strong>un 24% de los materiales sean</strong><strong>reciclables y circulares </strong>a final de década. Un objetivo ambicioso para el que los principios de la economía circular -reducir, reutilizar y reciclar- son claves, como se puso de manifiesto en el <strong>Encuentro Economía Circular, </strong>organizado por <strong>Expansión, El Mundo, Telva y Marca,</strong> con el patrocinio de BASF, Ecoembes, Ecovidrio y Familia Torres, que tuvo lugar en Madrid el 26 de junio.</p>
Empresas, instituciones y SCRAPS se dieron cita en Madrid para analizar la transformación del modelo de reciclaje y el rol de las compañías en la economía circular
En 2022, España generó 183 kilos de envases por habitante. Para no desperdiciar materiales necesarios y reducir el impacto ambiental de los residuos, la Ley de Economía Circular aprobada en nuestro país prevé que un 24% de los materiales seanreciclables y circulares a final de década. Un objetivo ambicioso para el que los principios de la economía circular -reducir, reutilizar y reciclar- son claves, como se puso de manifiesto en el Encuentro Economía Circular, organizado por Expansión, El Mundo, Telva y Marca, con el patrocinio de BASF, Ecoembes, Ecovidrio y Familia Torres, que tuvo lugar en Madrid el 26 de junio.
La jornada comenzó con un coloquio entre Daniel Montalvo, responsable de Economía Circular de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y Pedro Biurrún, subdirector de Expansión. Montalvo reconoció que la circularidad en Europa es relativamente baja, con una ratio de recirculación de materiales en torno al 12% en 2023. La ambición es duplicar esta cifra, pero para ello es preciso «un cambio del paradigma de cómo construimos nuestra economía«. Esto tiene que ver con cambiar un modelo productivo que se basa en volúmenes por uno que apueste por el valor añadido y otras formas de consumo que sean menos dependientes de materiales y más basadas en la experiencia. Paralelamente, la economía circular puede ayudar a reducir la dependencia europea de materias primas, a través de la sustitución de materiales y la recirculación de materiales críticos. Y, según Montalvo, la combinación de más tecnología, más robótica y más IA en el reciclaje contribuirá a este objetivo. «El reciclaje no deja de ser una actividad industrial que requiere inversiones y tecnología», apuntó. En este sentido, Biurrun recordó que el acuerdo industrial europeo se basa en acompañar la transición ecológica con la transformación digital.
El Encuentro Economía Circular acogió la mesa de debate «La economía circular como camino hacia la descarbonización: el rol de las empresas», integrada por Javier Amores, responsable de Economía Circular de L’Oréal España y Portugal; Nuria Mallen, responsable de Gestión Medioambiental en Familia Torres, y Alberto Fernández, director de Operaciones del SCRAP para la gestión de residuos textiles y calzado Reviste.
Además de comentar las iniciativas que están llevando a cabo sus compañías en materia de economía circular, los miembros de la mesa debatieron los principales retos a los que se enfrentan. En este sentido, Nuria Mallen señaló que la Unión Europea cada vez va a exigir más a nivel normativo, lo cual implicará inversiones por parte de las empresas en conceptos de circularidad. Pero se mostró «esperanzada» ante la puesta en marcha de iniciativas globales de empresas vitivinícolas de todo el mundo que están colaborando para realizar acciones para mitigar los efectos del cambio climático. Y añadió que están viendo cambios en la tendencia de los consumidores, que exigen certificaciones a los productores, sobre todo en Alemania y los países nórdicos: «A la larga, el consumidor va a ser el que decida cómo tenemos que producir».
Asimismo, se abordó la importancia de comunicar claramente al consumidor el valor de la economía circular y hacer que los productos reciclados sean atractivos y asequibles. «Tenemos que hacer sexy la sostenibilidad», afirmó Javier Amores.
Tras la primera mesa, Natalia Bajo, directora de Telva.com, conversó con Xavier Ribera, director de Comunicación, Relaciones Institucionales y Sostenibilidad para España y Portugal de BASF, quien dio su visión sobre la importancia de que las empresas inviertan en tecnología eI+D. Ribera explicó que desde hace años, BASF busca en la ciencia y la tecnología soluciones a los retos de la sostenibilidad. «El futuro será sostenible o no será, y para que sea sostenible es preciso que sea circular», afirmó. Y es ahí donde la compañía está desarrollando soluciones para, por un lado, transformar sus propios procesos productivos, sustituyendo materias primas y cerrando el círculo de materiales. Y por otro lado, modificando el producto que vende a sus clientes para que contribuya a su propósito de «crear química para un mundo sostenible».
En la segunda mesa, con la «Transformación del modelo de reciclaje» como tema y moderada por Paula María Álvarez, redactora de Economía de El Mundo, intervinieron Sandra Anguiano, directora de Asuntos Públicos de Ecovidrio; José María Fernández Alcalá, director de Economía Circular de la sociedad pública de gestión ambiental del Gobierno Vasco IHOBE; Óscar Hernández Prado, director de Asuntos Públicos, Comunicación y Sostenibilidad de Grupo Pascual; Begoña de Benito, directora de Relaciones Externas de Ecoembes, y Antonio Romero, gerente del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno de AECOC.
En primer lugar, reflexionaron acerca de cómo los SCRAPS -sistemas colectivos para afrontar la responsabilidad ampliada del productor- como Ecoembes o Ecovidrio ayudan a las empresas a abordar el «tsunami normativo» actual que afecta a los envases y residuos. «Lo importante no es la norma que hay que cumplir sino el cómo hay que cumplirla», generando menos y mejores envases, que sean reutilizables, rellenables y reciclables a escala, apuntó Begoña de Benito. Para De Benito, «estamos ante una transformación en el modelo de producción y consumo», en el que «hay que reciclar pensando en el denominador, en que esos envases sean menos y mejores, no en el numerador, en cuántas toneladas recupero y reciclo». En esta línea, llamó la atención sobre el ecodiseño y sobre la necesaria inversión en infraestructuras como las plantas de selección y reciclaje.
Por su parte, Sandra Anguiano incidió en la corresponsabilidad de todos: envasadores, SCRAPS, ciudadanos y Administraciones Públicas, para facilitar los planes de reciclaje y, poniendo como ejemplo el exitoso modelo de reciclado de vidrio, garantizar que hay separación en origen. Respecto a los residuos municipales, propuso dos medidas esenciales: «limitación al vertido mediante impuestos» y obligar al ciudadano y al profesional a «separar los residuos en origen». Los participantes coincidieron, asimismo, en su defensa de un mercado único de envases europeo con un marco legislativo común de gestión de residuos.
El encuentro concluyó con la intervención de Marta Gómez Palenque, directora general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Gómez se felicitó por el hecho de que «afortunadamente, la economía circular ha trascendido de lo ambiental y la hemos posicionado en el ámbito económico»; ya no nos limitamos a la gestión de los residuos y hablamos de otras palancas que impulsan la economía circularcomo producción, fiscalidad… Y puso el foco en dos aspectos. El primero, la recuperación de materiales para reincorporarlos a las cadenas de producción, consiguiendo por fin tener un mercado de materias primas secundarias. Y el segundo, que todos los actores «sean fiables para conseguir que los demás confíen en nosotros, el mundo se mueva y actúe».
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