<p class=»ue-c-article__paragraph»>Respuestas evasivas, inverosímiles y ambivalentes protagonizaron ayer de forma constante la declaración que el ex ministro de Transportes <a href=»https://www.elmundo.es/e/jo/jose-luis-abalos.html»>José Luis Ábalos</a> decidió prestar en el <a href=»https://www.elmundo.es/e/tr/tribunal-supremo.html»>Tribunal Supremo</a>. El que fuera mano derecha de <a href=»https://www.elmundo.es/e/pe/pedro-sanchez.html»>Pedro Sánchez</a> comenzó su interrogatorio señalando que «su intención» era «colaborar» con la Justicia, pero acto seguido aseguró estar viviendo «una situación muy tensa» por lo que dijo no poder «establecer un relato coherente» sobre los hechos que se le atribuyen.</p>
El ex ministro elude colaborar con la justicia pese a los nuevos indicios: niega haber amañado contratos y dice no reconocer su voz en los audios
Respuestas evasivas, inverosímiles y ambivalentes protagonizaron ayer de forma constante la declaración que el ex ministro de Transportes José Luis Ábalos decidió prestar en el Tribunal Supremo. El que fuera mano derecha de Pedro Sánchez comenzó su interrogatorio señalando que «su intención» era «colaborar» con la Justicia, pero acto seguido aseguró estar viviendo «una situación muy tensa» por lo que dijo no poder «establecer un relato coherente» sobre los hechos que se le atribuyen.
A su vez, el ex secretario de Organización del PSOE aseguró que «necesitaba algunos días» más para preparar su comparecencia judicial, para acto seguido añadir que estaba «en disposición» de contestar las preguntas que le formularan el magistrado Leopoldo Puente y el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón.
Y bajo este maremagnum de afirmaciones contradictorias, Ábalos comenzó a responder en el Supremo sobre amaños de obras públicas, la contratación de su amiga Miss Asturias en una filial de Renfe o el rescate de Air Europa.
El ex ministro sostuvo que le costaba «mucho» reconocerse en las grabaciones que realizó su ex asesor Koldo García, que no era su voz y que creía que las mismas habían sido manipuladas. Ábalos llegó a señalar que le costaba mucho pensar que Koldo había podido grabarle.
Lejos de colaborar con la Justicia, el ex ministro lo negó todo y ello pese a que su letrado había realizado un ofrecimiento a la Fiscalía el pasado jueves. Tal y como informó EL MUNDO, el abogado José Aníbal Álvarez acudió a la sede de la Fiscalía Anticorrupción para mantener un encuentro con el fiscal jefe, Alejandro Luzón. El abogado de José Luis Ábalos sondeó a Luzón sobre la posibilidad de que su cliente colaborase con la Justicia y se encontró con la respuesta de que la Fiscalía no cierra pactos previos con ningún investigado.
La estrategia de defensa de Ábalos, que días atrás había alimentado la idea de que iba a tirar de la manta por el temor a acabar en prisión, continuó siendo la de negar las evidencias más elementales, como su propia voz. Su negativa a reconocer los hechos delictivos que se le atribuyeron coincidió con el silencio que decidió prestar ayer en sede judicial Koldo García.
Después de que el instructor Puente le hubiera formulado un total de 51 preguntas, el imputado aseguró que «no se encontraba en condiciones de declarar» porque «le faltaban datos». Durante la comparecencia, de aproximadamente una hora, Ábalos negó cualquier vinculación con la adjudicación irregular de obra pública. Sostuvo que esos posibles amaños no tenían nada que ver con él porque pese a ser el ministro de Transportes «no tenía capacidad de gestión». Afirmó que «nunca» dio una instrucción sobre las mismas y que «nunca se involucró en las licitaciones».
Se le interrogó por los nombramientos en el Ministerio, y en concreto si había intervenido en ellos Santos Cerdán. Dijo que sí le había hecho alguna propuesta, pero como le llegaban de «muchísimas». Quiso mencionar al ex ministro y ex dirigente socialista «Pepiño Blanco», que según explicó le recomendó a Isabel Pardo de Vera, que fue nombrada presidenta de Adif y que está a punto de ser imputada.
El fiscal quiso saber qué habilitaba a Santos para abordar, como reflejan algunas grabaciones, adjudicaciones de Transportes. No tenía por qué, respondió Ábalos, añadiendo que él no podía «dar cuenta de los demás».
El magistrado centró otra parte del interrogatorio en la intervención de Ábalos en el rescate de Air Europa. En concreto, en la elaboración de una nota de prensa y un comunicado de la Sepi que publicitaban que el rescate estaba en camino y que respondían a los intereses de Globalia. Según los investigadores, se elaboraron debido a las gestiones con Koldo y Ábalos del investigado Víctor de Aldama, entonces contratado por la aerolínea de Javier Hidalgo. «¿Encargó usted la nota de prensa?», preguntó el juez. «La decisión de redactar la nota fue del secretario de Estado y la pidió él», desvió Ábalos, apuntando al ex número dos de Transportes, Pedro Saura.
En su turno, el fiscal jefe resaltó que, tras las gestiones, Ábalos disfrutó de unas semanas de vacaciones en un chalé de Marbella que no llegó a pagar. El ex ministro aseguró que pagó su parte en metálico, si bien no hay rastro de que sacara esos miles de euros -al menos 4.000, probablemente 9.000- de sus cuentas.
Las preguntas alcanzaron también a Claudia Montes, una ex Miss Asturias a la que conoció y que acabó contratada en LogiRail, filial de Renfe. Ábalos acotó su relación: la conoció en un acto del partido, se hicieron una foto y luego ella le contactó por Instagram. «Nunca tuve una relación con ella», dijo, asegurando que «jamás» la vio «más allá de la foto».
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