<p>Los Mossos d’Esquadra investigan la causa de un incendio que arrasó la nueva mezquita de la población Barcelonesa de Piera en la madrugada del sábado y que las principales federaciones musulmanas de Cataluña encuadran en un delito de odio contra su comunidad que tiene lugar coincidiendo con el clima de crispación que se ha desatado en <a href=»https://www.elmundo.es/espana/2025/07/13/6873cf50e4d4d8cd258b4593.html»>Torre Pacheco</a> (Murcia) tras la brutal agresión sufrida por una anciano originario de la localidad y presuntamente perpetrada por jóvenes marroquíes.</p>
Un centro de menores de la población barcelonesa ya sufrió un ataque el pasado mes de mayo y los investigadores creen que ambos sucesos pueden guardar relación. La alcaldesa apela a la convivencia
Los Mossos d’Esquadra investigan la causa de un incendio que arrasó la nueva mezquita de la población Barcelonesa de Piera en la madrugada del sábado y que las principales federaciones musulmanas de Cataluña encuadran en un delito de odio contra su comunidad que tiene lugar coincidiendo con el clima de crispación que se ha desatado en Torre Pacheco (Murcia) tras la brutal agresión sufrida por una anciano originario de la localidad y presuntamente perpetrada por jóvenes marroquíes.
El fuego que destrozó la mezquita de Piera -situada junto a una carretera en las afueras del municipio- se declaró pasadas las tres de la madrugada del sábado. Los Bomberos no pudieron evitar que las llamas se propagaran por la nave que acogía el centro de culto islámico, que ha quedado totalmente inservible.
Las tres principales organizaciones musulmanas de Cataluña (UCIDCAT, FCIC y FIC) condenaron el «ataque cobarde» dirigido al espacio religioso y, a la espera del resultado de la investigación policial, consideraron que el incendio fue «premeditado», al producirse a pocos días de la inauguración oficial de la mezquita, y que los hechos buscan «fracturar la convivencia y la cohesión social del municipio».
«Estos actos tienen como objetivo romper la paz social y hacer daño al espíritu de entendimiento que siempre ha caracterizado a la villa de Piera», abundaron las citadas federaciones musulmanas, que expresaron una «condena rotunda y absoluta» ante los acontecimientos acaecidos.
Asimismo, instaron a las autoridades y cuerpos de seguridad para que impulsen la investigación de los hechos, identifiquen a los responsables y actúen con contundencia para evitar que vuelvan a producirse situaciones similares.
La comunidad musulmana también realizó un llamamiento a la ciudadanía de Piera para que rechace públicamente el presunto ataque a la mezquita y mantenga el clima de convivencia reinante en el municipio.
Los responsables políticos ahondaron en esa apelación al entendimiento mutuo. La alcaldesa de Piera, la socialista Carme González Anjaumà, quiso transmitir ayer «todo el apoyo del Ayuntamiento a la comunidad afectada» y realizó «un llamamiento a la calma», al tiempo que reclamó tiempo para que las autoridades policiales puedan completar las pesquisas y clarificar los motivos del incendio y dar con sus potenciales causantes.
La primera edil defendió que la comunidad musulmana afincada en su municipio «está muy integrada» y defendió que es un «lugar de cohesión social».
También la comunidad cristiana condenó los hechos. La Iglesia diocesana y la Parroquia de Santa Maria Pera expresaron su «rechazo a cualquier tipo de violencia» y mostraron su «solidaridad y proximidad con los miembros de la comunidad musulmana». Una comunidad, subrayaron, «formada por personas de diversa procedencia, gente humilde y trabajadora que hoy ve como sus esfuerzos se ven afectados por esta acción violenta».
Por su parte, la denominada Unitat Contra el Feixisme i el Racisme de Piera (UCFR), dio por sentado que el suceso «no fue un accidente, sino un ataque contra la libertad religiosa», un «acto islamófobo». «Éste no es un caso aislado. Es el resultado de un discurso que normaliza el miedo, el rechazo y el odio hacia las personas musulmanas», agregó la entidad, que también exigió «una investigación rápida y rigurosa» para esclarecer los hechos.
A finales del pasado mes de mayo, un grupo de desconocidos ocasionó daños y quemó parcialmente de madrugada un centro de menores tutelados por la Generalitat también ubicado en Piera, sin que se registran heridos, tras una semana de tensión de los jóvenes con algunos vecinos. Fuentes próximas a la investigación no descartan que los dos siniestros guarden relación.
Piera es una localidad de la provincia de Barcelona, situada a 50 kilómetros de la capital catalana, que cuenta con 17.500 habitantes, de los que 1.700 son extranjeros.
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