<p><strong>Jon Iñaki Alzaga Etxeita</strong> aterrizó en 2017 en la constructora Alegure de <strong>Antxon Alonso Egurrola</strong> sin ninguna experiencia previa en el sector de las obras públicas pero con una dilatada experiencia profesional en consultoras, telefonía, medios de comunicación y hasta genética animal. Alzaga, el directivo señalado por el PP como el puente entre el PNV y la trama navarra conformada por <strong>Santos Cerdán</strong> y Antxon Alonso, adquirió hace 8 años una extraña participación del 4% en Alegure cuando la empresa acariciaba la adjudicación, de la mano de Acciona, de la construcción del colegio público de Arbizu (Navarra) por 2,6 millones de euros. «Iñaki no es cercano al PNV, es el PNV», señalan quienes cuestionan el intento del partido de <strong>Aitor Esteban</strong> de distanciarse ahora de Alzaga al desvelar que no es uno de sus 21.000 afiliados.</p>
El directivo vasco fraguó su relación con Sabin Etxea desde la consultora Price y durante 10 años asumió gestiones comprometidas en Euskaltel. El PNV niega que sea afiliado tras ser señalado por De Andrés
Jon Iñaki Alzaga Etxeita aterrizó en 2017 en la constructora Alegure de Antxon Alonso Egurrola sin ninguna experiencia previa en el sector de las obras públicas pero con una dilatada experiencia profesional en consultoras, telefonía, medios de comunicación y hasta genética animal. Alzaga, el directivo señalado por el PP como el puente entre el PNV y la trama navarra conformada por Santos Cerdán y Antxon Alonso, adquirió hace 8 años una extraña participación del 4% en Alegure cuando la empresa acariciaba la adjudicación, de la mano de Acciona, de la construcción del colegio público de Arbizu (Navarra) por 2,6 millones de euros. «Iñaki no es cercano al PNV, es el PNV», señalan quienes cuestionan el intento del partido de Aitor Esteban de distanciarse ahora de Alzaga al desvelar que no es uno de sus 21.000 afiliados.
La dirección nacionalista aclaró el pasado miércoles con celeridad que el directivo Iñaki Alzaga no tiene carné del PNV. Una enorme sorpresa para la mayor parte de los directivos y representantes de empresa consultados por este periódico que constatan la absoluta sintonía de Alzaga con las direcciones nacionalistas desde los tiempos del difunto Xabier Arzalluz. «No es un gestor de ‘batzoki’ sino que se supo ganar la confianza de los responsables económicos del PNV desde que asumió la dirección de Price en Bilbao», explica uno de sus compañeros en la Universidad de Deusto. Alzaga, una persona amable y muy discreta, forma parte de la cantera de La Comercial -hoy Deusto Business School- y sus primeros pasos profesionales los dio en Price Waterhouse. La consultora en la década de los 90 se convirtió en uno de los apoyos que instituciones como la Diputación de Vizcaya y el Gobierno vasco utilizaron para afrontar un renacimiento industrial que sacara a Euskadi del agujero por la brutal reconversión de los años 80 que dejó herida de muerte a la Margen Izquierda de Bilbao.
Alzaga logró, entonces, no sólo el crecimiento de Price -aún no se había producido la fusión con Coopers & Lybrand, que se cerró en 1997- sino que convenció a los responsables de la Hacienda vizcaína de retoques normativos que aumentaban la atracción de estas empresas de servicios. Serio y con una agenda de contactos institucionales en crecimiento, Alzaga dió el salto desde PwC a la editorial Iparaguirre, la empresa propietaria del diario nacionalista Deia. Y al frente del consejo de administración de Deia, el directivo vasco aseguró en 2009 a El País que «el PNV no ha metido ni un duro» en este periódico, cuando los nacionalistas se encontraban aún en shock por la decisión de Patxi López de ser investido lehendakari con el respaldo del PP de Antonio Basagoiti. Alzaga compatibilizaba su responsabilidad al frente de la editora del diario nacionalista con su participación en el consejo de administración de Euskaltel, la compañía impulsada por el Gobierno vasco que el PNV fue privatizando para satisfacción de sus consejeros y altos cargos directivos.
«Alzaga era el consejero de Sabin Etxea en Euskaltel», asegura sin dudar un ex directivo de la empresa de telefonía móvil. El dirigente ahora salpicado por su sospechosa participación en la constructora Alegure fue el encargado de solucionar un sorprendente pulso entre Urnietatel -una red de telefonía local impulsada por el PNV en Urnieta (Guipúzcoa)- y la Euskaltel que entonces tenía como presidente al ex lehendakari José Antonio Ardanza. Alzaga tuvo que negociar con la alcaldesa nacionalista Maixa Lizeaga que, en un sorprendente alarde de optimismo empresarial, llegó a valorar la red local y casi sin abonados en 10,5 millones de euros en 2002. Apenas unos meses después y con Lizeaga ya fuera del Consistorio, Euskatel adquirió a su diminuto competidor por 750.000 euros.
La dilatada trayectoria de Alzaga en una Euskaltel sometida a convulsos cambios accionariales y, a la vez, como presidente no ejecutivo del Grupo Noticias -la alianza entre Deia más tres diarios locales en Guipúzcoa, Álava y Navarra junto a la emisora Onda Vasca- alimentan la opinión generalizada de que es un gestor «de la máxima confianza» de la dirección del PNV. Al frente del Grupo Noticias, Alzaga logró que los ejecutivos del lehendakariIñigo Urkullu garantizaran el soporte financiero para mantener sus cabeceras en Euskadi. En noviembre de 2021 y como una ayuda extraordinaria ante la pandemia de Covid, el grupo presidido por Alzaga recibió 1 de los 5 millones que repartió aleatoriamente el consejero de Cultura Bingen Zupiria.
Ese mismo año, Alzaga asumió la compleja tarea de liderar el comité de seguimiento en Euskaltel ante la Oferta Pública de Adquisición (OPA) con la que MasMóvil se hizo con el control de la compañía telefónica que solo conservó de vasca su sede social. Alzaga fue el encargado de vigilar el reparto de los 26,8 millones de euros en bonos que, incluido él, se repartieron los aproximadamente 40 consejeros y directivos de Euskaltel con la llegada de MásMóvil.
Su posición consolidada y cercanía con el PNV también fue clave para que en mayo de 2020 Nortegas anunciara su nombramiento como presidente no ejecutivo. Alzaga, administrador único de la mercantil Uribene propietaria del 4% de Alegure, se convertía en el tercer presidente de la nueva Nortegas cuando ya el Gobierno vasco también había abandonado el capital de esta compañía que cuenta con una red de gaseoductos de 8.141 kilómetros. Sin la experiencia en el sector de sus inmediatos predecesores –Alejandro Legarda y Conrado Navarro– el rol de Alzaga, según fuentes empresariales, es el de encauzar los intereses del consorcio dueño de Nortegas con la apuesta del PNV por implantar el Corredor Vasco del Hidrógeno a lo largo de toda la Ría del Nervión.
España