<p>El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, <a href=»https://www.elmundo.es/espana/felix-bolanos.html»>Félix Bolaños</a>, ha anunciado un paquete de medidas «muy potentes» contra la corrupción que será presentado por <a href=»https://www.elmundo.es/e/pe/pedro-sanchez.html»>Pedro Sánchez</a> el miércoles en el <a href=»https://www.elmundo.es/e/co/congreso-de-los-diputados.html»>Congreso</a>. Con el mismo se intentará <a href=»https://www.elmundo.es/espana/2025/07/07/686b7cdbe85ece62628b45a8.html»>convencer a los socios</a> de que el Ejecutivo no sólo no está contaminado por los casos de corrupción que tienen como protagonistas a los dos ex secretarios de Organización del <a href=»https://www.elmundo.es/e/ps/psoe-partido-socialista-obrero-espanol.html»>PSOE</a> -uno de ellos también ex ministro-, <a href=»https://www.elmundo.es/e/jo/jose-luis-abalos.html»>José Luis Ábalos</a> y <a href=»https://www.elmundo.es/espana/santos-cerdan.html»>Santos Cerdán</a>, así como por las denuncias de acoso contra <strong>Paco Salazar</strong>, uno de los más estrechos colaboradores de Sánchez en <strong>La Moncloa</strong>.</p>
El ministro trata de aplacar el malestar de los socios de investidura presentado al presidente del Gobierno como un «político traicionado»
El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha anunciado un paquete de medidas «muy potentes» contra la corrupción que será presentado por Pedro Sánchez el miércoles en el Congreso. Con el mismo se intentará convencer a los socios de que el Ejecutivo no sólo no está contaminado por los casos de corrupción que tienen como protagonistas a los dos ex secretarios de Organización del PSOE -uno de ellos también ex ministro-, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, así como por las denuncias de acoso contra Paco Salazar, uno de los más estrechos colaboradores de Sánchez en La Moncloa.
Del convencimiento del Gobierno de que con estos anuncios se sorteará y aplacará el malestar de sus socios da prueba el segundo anuncio de Bolaños: Sánchez no sólo está decidido a agotar la legislatura, sino que además «en 2027 será candidato y mejorará mucho el resultado del 31% de apoyo electoral».
El ministro ha descartado, no obstante, la posibilidad de que el presidente del Gobierno acepte someterse a una cuestión de confianza para testar el grado de apoyo que conserva entre las formaciones que respaldaron su investidura. Una moción a la que incluso le han instado voces críticas dentro del PSOE, como hizo este sábado en la reunión del Comité Federal, el presidente castellano manchego, Emiliano García-Page.
El rechazo a esta vía es interpretado en la oposición como una señal inequívoca de que Sánchez no tiene ninguna seguridad de que quienes hasta ahora han sido sus socios estén dispuestos a seguir respaldándole aun a costa de aparecer ante sus propios votantes como conniventes con los escándalos que salpican a la cúpula del PSOE y del Gobierno. De la misma manera que señalan la negativa rotunda a adelantar los comicios como una prueba evidente de que Sánchez sabe que sería derrotado en las urnas.
Bolaños, en un acto en el Ateneo de Madrid, ha presentado a Pedro Sánchez como un político «traicionado» por aquellos en los que confió, abundando así en la teoría de que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE nunca supo nada ni tuvo la menor sospecha acerca de las actividades de las personas que le eran más próximas y a las que aupó a lo más alto del partido e incluso, en el caso de Ábalos, al propio Gobierno.
Para defender las siglas y al presidente, el ministro ha insistido en la «rapidez» y en la «contundencia» con la que el PSOE ha actuado tras tener conocimiento de los presuntos casos de corrupción y ello pese a que la formación, bajo el mandato del hoy preso, Santos Cerdán, -hasta hace tres semanas secretario de Organización- tardó 16 meses en solventar la expulsión Ábalos.
Bolaños, al igual que otros miembros del Gobierno y como presumiblemente hará también Sánchez el miércoles, echa mano de las comparaciones con los casos de corrupción del PP y la actuación de los populares ante los mismos, principalmente la respuesta que se dio al caso de su tesorero, Luis Bárcenas, y más próximo en el tiempo al caso del ya ex consejero de la Xunta contra el que se presentó una denuncia por acoso y tardó tres meses en salir del Ejecutivo autonómico.
«Tenemos que recuperar la confianza de la ciudadanía en este Gobierno que trabaja cada día por la igualdad de las mujeres y para que se recupere también la confianza por parte de la ciudadanía en que nosotros no admitimos ninguna corruptela, ninguna irregularidad, ningún comportamiento presuntamente corrupto», ha recalcado el ministro.
El ministro de Presidencia, hombre fuerte de Sánchez en el Gobierno, ha preparado así el camino para la comparecencia del presidente ante el Congreso el miércoles. Una comparecencia ante la que los socios arrastran el malestar por su tardanza y en la que mostrarán su enfado ante lo que consideran explicaciones muy insuficientes por parte de Sánchez.
No obstante, y pese a que las críticas que se esperan por parte de todas las formaciones serán muy duras, en La Moncloa se muestran confiados en que ninguno de ellos llegue al extremo de anunciar la ruptura de amarras con el Gobierno. Creen que el rechazo a un previsible Gobierno del PP, dispuesto a mantener pactos con Vox, siga siendo un pegamento lo suficientemente fuerte como para evitar la caída de Sánchez.
Sí esperan en el Ejecutivo que los socios, aprovechen el bache enorme en el que se encuentran sumidos los socialistas, para tratar de impulsar sus propias exigencias. Una suerte de prórroga en el apoyo a cambio de nuevas cesiones: Sumar esgrimirá las principales exigencias de su programa social; el PNV tratará de dar un empujón definitivo al traspaso pendiente de competencias, principalmente en lo referido a Seguridad Social; ERC reclamará el acuerdo sobre financiación singular para Cataluña y Junts, como siempre, exigirá el cumplimiento íntegro de todo lo pactado con Puigdemont para facilitar la investidura.
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