<p class=»ue-c-article__paragraph»>Existe cierto discurso cenizo, sobre todo en Europa, que viene a decir que no hay nada que hacer en el mundo digital para las nuevas empresas, que las grandes tecnológicas tienen copado el mercado y es casi imposible hacerse un hueco fuera de este oligopolio. Sin embargo, una empresa australiana que echó a andar <strong>hace apenas 12 años como una web para diseñar de forma fácil los anuarios de fin de curso</strong> de universidades e institutos lleva más de una década empeñada en demostrar lo contrario.</p>
La compañía se hizo un hueco entre los gigantes del diseño y ahora entra en el mundo de la gestión de equipos y campañas con Europa como mercado prioritario
Existe cierto discurso cenizo, sobre todo en Europa, que viene a decir que no hay nada que hacer en el mundo digital para las nuevas empresas, que las grandes tecnológicas tienen copado el mercado y es casi imposible hacerse un hueco fuera de este oligopolio. Sin embargo, una empresa australiana que echó a andar hace apenas 12 años como una web para diseñar de forma fácil los anuarios de fin de curso de universidades e institutos lleva más de una década empeñada en demostrar lo contrario.
Canva ha crecido mucho y muy rápido desde su modesto origen y ya reúne mensualmente a 230 millones de usuarios frente a la pantalla para hacer sus diseños, explica en una entrevista en Actualidad Económica su director para Europa, Duncan Clark.
La misión de la empresa dice, siempre ha sido hacer el «diseño accesible, intuitivo y sencillo» y gracias a ello la compañía ha conseguido hacerse un hueco entre las herramientas favoritas para los equipos creativos de todo el mundo desplazando a uno de esos gigantes inamovibles como es Adobe y sus archiconocidos productos (Photoshop, Ilustrator o InDesign).
Ahora, el objetivo del grupo es ir un paso más y en su línea de tiro se encuentran nada menos que Google y Microsoft, ya que la compañía ha lanzado recientemente sus propias hojas de cálculo junto a un asistente que permite desarrollar nuevas creaciones que incluyen código con lenguaje natural. «Estamos creciendo mucho en visualización de datos después de la compra de Flourish. Las hojas de cálculo nos permiten otra forma de contar historias en informes, presentaciones o materiales de marketing. Luego hemos creado una nueva capa de Canva de código para crear contenido interactivo y customizado», explica Clark.
La estrategia de la tecnológica no es tanto crear un ‘Excel’ y entrar en el mundo de la contabilidad y las finanzas, sino situarse como una plataforma única a la hora de organizar equipos de trabajo, un mercado en el que cada vez surgen más nuevos actores dispuestos a alterar el orden dominado por las grandes tecnológicas. «Nuestra idea sigue siendo llevar el mejor diseño a cada dispositivo y más allá para combinar productividad con creatividad». De momento, su propuesta de diseño ya ha seducido a 780.000 equipos de todo el mundo y el 95% de las compañías del Fortune 500.
«Nos estamos yendo de la antigua era de los archivos a la era de los proyectos»
Duncan Clark, director de Canva para Europa
Ahora, la estrategia, dice Clark, no pasa solo por que estas empresas creen sus productos de marketing y los editen con las herramientas de Canva, sino convertir la plataforma en el centro de todo su trabajo y su ambición llega tan lejos que aspira a terminar con uno de esos elementos necesarios, pero que generan quebraderos de cabeza en todo trabajador con un ordenador entre las manos: los archivos.
«Hemos unificado en una sola vista todo. Desde la posibilidad de hacer presentación hasta un documento de texto. Ahora tienes que tener distintas herramientas y formatos de archivo. Lo estamos cambiando para movernos a una era en que todo puede estar en el mismo formato. Toda una campaña de marketing puede estar ahí con tus datos financieros. Creemos que cambiará el futuro del trabajo definitivamente», apunta el directivo de la tecnológica que resume la misión de la compañía en una frase: «Nos estamos yendo de la antigua era de los archivos a la era de los proyectos».
En todos estos planes ha jugado un papel fundamental la inteligencia artificial. Canva fue una de las primeras plataformas en integrar esta tecnología en sus soluciones de edición y creación de imágenes. «Los clientes nos piden IA, pero combinado con un uso que sea fácil, seguro y colaborativo», explica el directivo, que reconoce que la expectación creado por el uso de esta tecnología ha permitido a la compañía mantener su crecimiento de usuarios. «Lo vemos como un amplificador emocionante de lo que ya hemos hecho», remarca.
Clark recuerda que Canva ya adquirió en 2021 Kaleido, una compañía especializada en representaciones visuales con IA «antes de que los grandes modelos de lenguaje existieran» y desde entonces ha dado pasos de cara a ofrecer una experiencia integrada y sin fricciones.
«Gran parte de este crecimiento lo han propiciado los propios usuarios de Canva. Es un modelo que funciona muy bien boca a boca. La IA ha permitido que la experiencia de usuario sea mejor porque escuchamos mucho a nuestra comunidad», insiste el directivo de la compañía que ha batido nueva meta: los 1.000 millones de diseños creados en un único mes en la plataforma. Además, acaba de reforzar sus capacidades de análisis de datos con la compra de la startup MagicBrief en otro paso de convertir su producto en una herramienta que sea central en la vida del trabajador.
Entre las posibilidades que habilita la IA, está la de crear historias interactivas con apenas un click o generar análisis automáticos en las nuevas hojas de cálculo, una función que debería perfeccionarse con la adquisición.
La última novedad (después de que se realizara la entrevista) ha sido la posibilidad de introducir la creación de vídeos con inteligencia artificial dentro de Canva, gracias a la tecnología de Google, que permite generar vídeos de hasta ocho segundos con el nuevo Veo3. En total, los usuarios de Canva han utilizado los productos que llevan IA un total de 16.000 millones de veces.
Pese a esto, el grupo sigue aumentando sus ingresos y se mantiene rentable, según Clark, que apunta a que la empresa tiene ahora mismo unos ingresos anuales recurrentes de unos 3.000 millones de dólares (2.585 millones de euros al cambio actual).
La compañía además está en plena expansión internacional con Europa como uno de los mercados clave, donde ha crecido a base de adquisiciones con las compras de Affinity en 2024, Flourish, en 2022, o anteriormente en 2019, cuando se hizo con la española Slides Carnival, lo que ha permitido al grupo doblar su plantilla en la región en solo dos años. «Tenemos 450 personas por todo el continente», apunta el directivo de la firma, que también compró el generador de imágenes Leonardo el año pasado para continuar apuntalando su posición en el mundo de la inteligencia artificial.
En la estrategia del grupo en Europa, España juega un papel fundamental, ya que es uno de los países que hacen un uso más intensivo de Canva. De hecho, uno de cada seis internautas españoles acceden a la aplicación de diseño cada mes. «Tenemos además 250 millones de diseños hechos en España», añade el director para Europa de la tecnológica.
Por comparación, el ratio en Francia es de uno de cada ocho internautas y la distancia con España es incluso mayor en Alemania, donde Canva está creciendo rápidamente, al igual que en Reino Unido, la sede central de la empresa en Europa. Entre sus clientes principales en el país, Clark destaca Tecnocasa, que utiliza Canva para conseguir que su imagen corporativa se mantenga estable entre sus más de 4.000 agentes.
En el horizonte de la compañía se encuentra recurrentemente una potencial salida a bolsa en el Nasdaq, un camino que se ha mencionado en varias ocasiones por la dirección, pero no acaba de resolverse y que no parece estar en los planes inmediatos de la tecnológica. «Está en el horizonte, en algún momento, pero nuestro foco sigue siendo crear productos magníficos. Somos una compañía cuyo core son el producto y la comunidad y nuestra prioridad es que lo siga siendo», responde diplomáticamente el directivo.
Este, eso sí, restó peso al efecto que la incertidumbre global o un posible rechazo creciente a las tecnológicas estadounidenses en el resto del mundo por las políticas de Donald Trump. «Vemos que seguimos creciendo continuamente y razonablemente, ajenos a los efectos de otras tendencias globales y pese a los altibajos económicos, crisis o distintos momentos políticos», ha asegurado el directivo.
En este efecto, una variable a la que Clark da peso es que la compañía sigue apostando por mantener un servicio gratuito muy potente y por varias franjas asumibles, especialmente para estudiantes y entidades educativas. «Somos un producto muy barato», asegura el directivo, con la tesis de que esto permitirá que las compañías o los usuarios prescindan de otras herramientas antes que la suya en caso de que retroceda la inversión.
Actualidad Económica