<p>«El gasto en defensa de España se ha caracterizado históricamente por su insuficiencia crónica». Es la primera de las conclusiones a las que llega el estudio <i>El aumento del gasto en defensa español</i>, realizado por <strong>Carlos Calvo</strong>, <strong>Antonio Fonfría</strong> y <strong>Carlos Martí Sempere</strong> para la <strong>Fundación Alternativas</strong>. Se trata de un exhaustivo trabajo en el que se exponen, bajo esa premisa, los problemas que presenta en la actualidad la situación de la Defensa española, desde las Fuerzas Armadas hasta la industria, y que propone recomendaciones para solucionarlo.</p>
La Fundación Alternativas apunta a la «insuficiencia histórica» del gasto militar. España tiene 116.410 soldados, la cifra más baja desde 2007
«El gasto en defensa de España se ha caracterizado históricamente por su insuficiencia crónica». Es la primera de las conclusiones a las que llega el estudio El aumento del gasto en defensa español, realizado por Carlos Calvo, Antonio Fonfría y Carlos Martí Sempere para la Fundación Alternativas. Se trata de un exhaustivo trabajo en el que se exponen, bajo esa premisa, los problemas que presenta en la actualidad la situación de la Defensa española, desde las Fuerzas Armadas hasta la industria, y que propone recomendaciones para solucionarlo.
El análisis, que habla de la citada «insuficiencia crónica» del gasto en defensa en España, explica que en términos absolutos se ha llegado a algo más de 15.000 millones en su pico máximo de gasto, mucho menos del esfuerzo que ahora pide la OTAN. Tras acordarse que los países aliados invertirán en diez años el 5% del PIB en Defensa, España se ha comprometido a alcanzar las capacidades acordadas gastando un 2,1%, un porcentaje del que duda el propio secretario general de la organización, Mark Rutte, quien afirmó estar «totalmente seguro» de que se necesitará el 3,5%.
Ante estas opiniones divergentes entre el Ejecutivo y la Alianza Atlántica, el análisis recoge tres posibles escenarios de gasto de aquí a 2028, fecha en la que se puede calcular con cierta certeza cómo evolucionará el aumento, y para el que los autores desgranan los millones a invertir, bastante más de los 10.471 prometidos por Pedro Sánchez en el plan Industrial y Tecnológico aprobado el pasado abril.
En el primer escenario, considerando que ahora la OTAN certifica una inversión del 1,28% del gasto en Defensa, calculan que en tres años el gasto se situaría en el 2,7%, lo que se traduciría en 50.000 millones en 2029.
Si, por el contrario, la inversión se estancara en el 2,1%, «supondría un gasto en el último de los años de unos 38.000 millones de euros». La tercera hipótesis sería que España aumentara el gasto hasta el 3,5% que pide la OTAN, lo que supondría gastar en 2029 en torno a 65.000 millones de euros.
Más allá de los escenarios de gasto, el informe detecta una falta de efectivos similar al que ya han calculado las Fuerzas Armadas. De hecho, constatan que los 116.410 soldados que había en enero de 2024 supone «la cifra más baja desde 2007».
En la actualidad, «el déficit global de personal en servicio activo en las Fuerzas Armadas estaría en una horquilla entre 14.590 y 24.590 efectivos». Los planes de Defensa calculan un aumento de soldados de 7.500 de aquí a 2030. El presidente del Gobierno afirmó en el pleno extraordinario del Congreso de los Diputados la semana pasada que aumentarán en 14.000, pero el número, que no está aprobado de momento, sigue siendo insuficiente.
El estudio también analiza el sector de la industria de Defensa, a la que se quiere fortalecer con el plan de rearme. Aunque según los datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), España está consolidada en el noveno puesto a nivel mundial y el cuarto a nivel OTAN, los autores sostienen que en 2023, por primera vez, se importó más de lo que se exportó. Un fenómeno del que el estudio detecta varios problemas. Para empezar, «se produce una excesiva dependencia del sector aeronáutico como consecuencia de los programas de cooperación impulsados por el Ministerio de Defensa». Eso, según explican, ha provocado un importante volumen de operaciones con Francia y Alemania, pero no se han impulsado relaciones bilaterales con países que cuentan con sectores de defensa muy competitivos. Fuera del mercado OTAN+UE, subrayan la relación con Arabia Saudí, afectada por motivos políticos, y con Turquía.
En la última feria de defensa se firmó un acuerdo entre Airbus y Türkiye para importar su avión de entrenamiento, el Hurjet. Además, la Armada se ha interesado por los cazas turcos para sustituir a los Harrier como nueva opción en lugar de los F-35 que ensambla Lockheed Martin. Los autores, durante la presentación del estudio, constataron también una descoordinación entre las fábricas españolas, que las convierten en menos competitivas.
España