<p>El vicepresidente de la oficina en Londres de la gestora de renta fija PIMCO, <strong>Peder Beck-Friis</strong> está teniendo un año muy entretenido. La deuda está ganando en interés entre los inversores en un escenario en el que las incertidumbres económicas, comerciales y geopolíticas y la permanente necesidad de ajustes fiscales están aumentando las presiones sobre la economía mundial. La estadounidense PIMCO es la <strong>mayor gestora de renta fija del mundo</strong>, y pertenece al grupo asegurador alemán Allianz.</p>
El vicepresidente de la oficina en Londres de la mayor gestora de renta fia del mundo
El vicepresidente de la oficina en Londres de la gestora de renta fija PIMCO, Peder Beck-Friis está teniendo un año muy entretenido. La deuda está ganando en interés entre los inversores en un escenario en el que las incertidumbres económicas, comerciales y geopolíticas y la permanente necesidad de ajustes fiscales están aumentando las presiones sobre la economía mundial. La estadounidense PIMCO es la mayor gestora de renta fija del mundo, y pertenece al grupo asegurador alemán Allianz.
- Parece que la economía de Europa está en un punto de inflexión gracias al cambio de política en Alemania con Friedrich Merz.
- Solo en el terreno fiscal. Alemania parece lista a relajar su posición fiscal, pero hay interrogantes. Uno es si usará todo el espacio que tiene. Y otro, en el caso de que así lo decida, si la Comisión Europea le va a dejar. Porque, desde luego, Alemania ha flexibilizado sus reglas fiscales, pero, si usa todo su margen fiscal, estará violando las reglas fiscales europeas.
- Así pues, es un cambio en Alemania, no en Europa, y su efecto va a ser limitado.
- Aunque haya habido algún tipo de giro en la política fiscal alemana, no podemos confundir a ese país con el resto de Europa, porque el margen fiscal en los otros países es bastante limitado. Ése es el caso de España y en Italia. Y en Francia es todavía más reducido Así pues, aunque vayamos a tener un aumento en el gasto en defensa, éste va a ser financiado por recortes del gasto en otras áreas. Un ejemplo de ello es el Reino Unido, donde el aumento del gasto en defensa se ha hecho a expensas del recorte en la ayuda al desarrollo. Solo Alemania tiene margen fiscal para gastar más en defensa en Europa sin tener que recortar por otro lado. En definitiva: la política fiscal en Europa va a ser en general neutral. Es menos restrictiva que antes del Covid-19, pero no va a ser un cambio masivo.
- Sin embargo, es el Reino Unido el que tiene un debate continuo acerca de cómo sanear sus cuentas públicas, no Francia, como hemos visto esta semana. Y, mientras tanto, está el otro extremo, EEUU, donde los déficits y la deuda no importan absolutamente nada. La aprobación esta semana por los seguidores de Trump de la ‘Ley Grande y Bonita’ (‘Big Beautiful Bill’), con sus monstruosas proyecciones de déficit y deuda, es el mejor ejemplo de esa ‘barra libre’ fiscal.
- Sí, cuando se observa la evolución del valor nominal de la deuda francesa queda claro que la dinámica de la deuda en ese país es mucho peor que en el Reino Unido. La razón es que Francia no está intentando endurecer su política fiscal, mientras que aquí estamos inmersos en un largo periodo de ajuste. Y el caso de EEUU, evidentemente, es especial. Ese país tiene el «exorbitante privilegio» [como lo llamó el ex presidente francés Valery Giscard D’Estaing] del dólar, la moneda de reserva mundial, lo que les da más margen y potencialmente más credibilidad.
- La UE no tiene eso.
- Exacto. Así que sus limitaciones son mayores. El mejor ejemplo de eso es el Reino Unido, donde hace dos años y medio tuvimos un periodo de extrema volatilidad en el mercado que, en cierto sentido, nos sirvió de recordatorio – a nosotros y al resto del mundo – de que hay límites a lo que puedes hacer con la política fiscal [se refiere al fallido intento de ajuste fiscal de la primera ministra conservadora Liz Truss]. Perdimos credibilidad en política fiscal, y recuperarla no es fácil, porque el mercado está ahora totalmente enfocado en nuestra política presupuestaria, tanto por el lado de los ingresos como por el de los gastos.
- En el mercado existe un consenso acerca de la fragilidad de la deuda francesa
- Así es.
- ¿Puede tener ese país problemas para colocar una emisión de bonos?
- Nosotros no lo creemos, pero todo tienen precio, ¿verdad? Y ese precio es que el coste de la emisión de deuda francesa suba. Ése es un riesgo real: una subida gradual del cupón de los bonos de ese país, y que acabe generando un proceso largo de consolidación fiscal como el que estamos llevando a cabo aquí en el Reino Unido. No vemos un ‘momento Liz Truss’ en Francia.
- De todas maneras, un contexto de crecimiento bajo, con tipos de interés y déficit públicos altos, no es un buen entorno para ajustes fiscales
- Desde luego que no. Nosotros prevemos una subida del PIB de la UE de alrededor de medio punto o poco más anual en los próximos cinco años, y acaso un poco más para el Reino Unido.
- Eso es realmente pobre
- Sí. Porque se debe a muchos factores. Algunos son shocks externos, como la invasión de Ucrania, la inflación generada por el Covid-19, etcétera… pero otros son más estructurales. Europa tiene una deuda alta, no tiene un sector tecnológico muy dinámico, está afrontando una dura competencia de China, aunque ese país también tiene una deuda alta… Todos esos elementos debilitan el crecimiento europeo. Tomemos el ejemplo de la economía que mejor se está comportando en la UE y que, además, nosotros creemos que va a seguir siendo la que más crezca: España. La práctica totalidad de su crecimiento se debe a la inmigración, mientras que la productividad no aporta apenas nada.
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